Salí de casa dispuesto a mojar un poco las gominolas, y cuando llegué a la embarcación me cayó el alma al suelo al ver el destrozo de DOÑA NUTRIA, la cual maldije en todos los idiomas.
Estoy acostumbrado a verlas y es un animal precioso y espectacular. Muchas veces me quedo mirándolas como un tonto. Pero normalmente comen múgeles, peones y otro tipo de peces, de los cuales sólo dejan la cabeza. Así que la recoges, pasas la manguera y listo.
Pero esto fue algo que no os podéis imaginar. Es impresionante como se agarra la tinta de la Sepia a la fibra después de darle el sol durante un par de días.
Gasté dos litros de lejía y dándole con el cepillo me llevó cerca de una hora dejarla más o menos aceptable. Cuando acabé estaba tan cansado que no pude sacar fuerzas para salir a pescar, así que agarré los enseres y para casa a descansar. No me importa que sigan subiendo a comer a mi lancha, pero por favor ¡ SEPIAS NO!, ¡NUNCA MAIS!.