Lo prometido es deuda y aunque os he hecho esperar unos días por falta de tiempo para editar el video,¡ por fin! aquí lo teneis.
No fue nada fácil capturar estos dos ejemplares, como podréis observar en el video en las dos doradas se aprecian las patas de los cangrejos por la línea.
Sé muy bien cuando tengo que darles el cachete para clavarlas, y normalmente suelo dejar que se confíen bastante y que coman casi por completo los cebos ( hablo de cebos duros ), incluso que lo suelten y lo vuelvan a coger – además de emocionante, no veas como se te pone la adrenalina sabiendo que se trata de buenos ejemplares- me da mucho mejores resultados que clavar pronto.
Pero ya había dejado comer a dos, las cuales no me dieron oportunidad de clavar y no me dejaron ni la licra en los anzuelos, así que en cuanto me dieron otra oportunidad y sentía en la caña que tenían el cangrejo dentro de la boca ¡ ZAS ¡ clavada, no me lo pensé. Pero aún así perdí una, ¡quién sabe si la hubiera dejado comer ! A lo mejor la hubiera clavado, o no, ¡quién lo sabe! por eso es pesca.
Yo lo que si sé, es que con cebos duros la pesca de la dorada se eleva a otro nivel de sensaciones para el pescador, pero también esas mismas sensaciones pueden volverse en tu contra por perder piezas, y acabar la jornada muy enfadado.