En pesca a todos nos han pasado cosas poco creíbles, a no ser que las vivamos.
Salí toda la llenante a por doradas, 6 horas de marea sin picada con cangrejo y longueirón. Así que para casa con un capotazo. Después de descansar y tomar algo con los amigos, la verdad es que hacia un día espléndido, y pocas eran las ganas que tenia de estar parado. Mi padre tenia unos gavilanes en la nevera, así que decidí aprovecharlos para la lubina. Además el mar estaba secando y salí más a pasar el tiempo que a pescar verdaderamente con cebo blando y a la lubina, pero en mi cabeza como siempre, puedo salir a por la especie que sea, pero siempre tengo a las tanas en ella. Así que fondeé a la lubina y monté los bajos para ella y con cebo blando ( gavilán ), pero el resultado fueron 5 tanas y las lubinas ni las sentí.